En este tema, intento y con las consideraciones pertinentes, entender al ser humano participante en la sociedad natural y organizada.
En un resumido diagnóstico observo hoy por aquí y por allá una sociedad que vive en una diversidad de contingencias que están muy lejanas de ser éticas o de moralidad e, incluso, alejadas de la ley.
A nivel mundial las dirigencias políticas cometen fraudes con inversiones inmensas y que, en Chile, como buenos “copiones” también proceden en determinados grupos escondidos en algo como partido político o derechamente como autoridades máximas comunales, regionales o nacionales.
Pero esto es más allá, pues el aprovechamiento ilícito es enorme. Basta ver las informaciones diarias de usos y abusos en todo tipo de sociedades humanas, sean deportivas, religiosas o culturales en general.
Ante esto, intento ahora, buscar una explicación y para ello indico lo siguiente:
Somos parte de la naturaleza terrestre, somos animales que por obra de la supervivencia nos hemos convertido en la masa animal mayor del planeta, al punto que, a la fecha, hemos podido sortear catástrofes naturales y otras, propias de la creación en nuestra precaria condición humana como guerras y pestes.
Pero en este mismo desarrollo precario vivimos en una franja o espacio fangoso en donde existe una oscuridad denominada ignorancia y que se manifiesta a través del engaño, el odio, la venganza, la codicia, el egoísmo, la envidia, el aparentar, el creerse, la destrucción, el robo, el fraude, la corrupción, la impunidad.
En este fango entre la animalidad y la humanidad ocurren gestos como la insolidaridad, la envidia, la imposición de ideas como se hace en el dogmatismo religioso, político y social en general, el fanatismo, el asesinato, la violencia sexual, la post verdad.
Dado lo anterior, sigo observando que la salida de ese fango como provenientes de animales y yo diría de bestias, porque los animales como tales no viven en este fango. Ellos cumplen dos funciones vitales propias o en concordancia con la naturaleza: metabolismo y reproducción. Viven en el Edén.
Pues, sigo diciendo que observo y vislumbro que vendría una solución para salir o hacer lo posible por disminuir este fango negro viscoso. La inteligencia artificial, con la clarificación que no sería del agrado de quienes les gusta revolcarse en el fango ya descrito y tampoco para los santos y santas, santones y santonas.
La IA es lógica, no tiene sentimientos, no es emotiva y aquí reina solamente la lógica y en los procesos de desarrollo humano les elimina lo emotivo, lo emocional que conlleva ir al fango.
Que estoy diciendo. Pues que siendo los “humanos” seres emocionales con uso de la razón (esta última muy escasamente usada), les elimina esos “sentimientos” de vivir en el fango.
Con esto, desaparecen las políticas del aprovechamiento y bueno vivir en la oscuridad ya indicada. No ignoremos que habrá vivientes del fango que querrán llevar a la IA a convivir con ellos.
Mientras este cambio se produce, sigamos siendo felices viviendo en la ignorancia, en la ilegalidad. En resumen, en la franja espesa, fangosa y oscura que con todo gusto nos hemos creado.