Por Alberto Cifuentes Avello – Profesor
Estamos en febrero y nos encontramos con tareas en el año, en cuanto decisiones que se deben asumir, como es el hecho de elegir a candidatos de distintas corrientes políticas que pretenden unos legislar en el marco del Congreso Nacional con asiento en Valparaíso. Así también otras de nivel regional y comunal.
Nuestro voto, estimo y con la deferencia de otras buenas opiniones, debe ir hacia la construcción de un proyecto país en el que principalmente se fortalezca la institucionalidad democrática, evitando aventuras que son tremendamente desgastadoras y consumidoras de tiempo, dineros, espacios y alimento para los periodistas y comentaristas de la televisión y las emisoras con programas de justificación de sus “modestas remuneraciones” (circo diría un estimado familiar).
Estoy discurriendo sobre un proyecto país en donde se fortalece el objetivo de un estado social de derecho, significando un proceso de eficiencia, responsabilidad y ética en el cargo que cualquier persona es elegido considerando a las leyes democráticamente establecidas.
Recogiendo valiosa información bibliográfica el estado social de derecho es la filosofía política en que todos los ciudadanos e instituciones dentro de un país, estado o comunidad son responsables ante las mismas leyes divulgadas públicamente, incluidos los legisladores y los líderes. Es una condición política que no hace referencia a ninguna ley en concreto.
El Estado de derecho implica que cada persona está sujeta a la ley, incluidas las personas que son legisladores y jueces, encargados de hacerlas cumplir. Cualquier medida o acción debe estar sujeta a una norma jurídica escrita y las autoridades del Estado están limitadas estrictamente por un marco jurídico preestablecido que aceptan sus formas y contenidos.
Por lo tanto, toda decisión de sus órganos de gobierno ha de estar sujeta a procedimientos regulados por ley y guiados por absoluto respeto a los derechos.
Lo anterior contrasta con lo que sucede ocasionalmente en muchas dictaduras personales, donde el deseo del dictador es la de una gran medida de acciones sin que medie una norma jurídica.
El término Estado de derecho tiene su origen en la doctrina alemana del Rechtsstaat. El primero que lo utilizó fue Robert von Mohl en su obra “La ciencia de política alemana en conformidad con los principios de los Estados de derecho”, sin embargo, la mayoría de los autores alemanes ubican el origen del concepto en la obra de Immanuel Kant.
Entonces y en términos chilenos, hablamos de políticos elegidos y propios de administración del estado en su diversidad de cargos y funciones y así mismo de el mundo empresarial, libre de la corrupción, no ladrones, no eludidores de las obligaciones pecuniarias que son establecidas por ley, no aprovechadores de puestos, no ostentadores de poder.
Lo anterior se une a la administración de una economía que en su contenido y lo que concierne a los mercados se debe irradiar tanto interna como externamente.
Esto, que no es menor, debe entenderse como parte de gobiernos locales, con un desarrollo fortalecedor de una convivencia democrática elevada y por supuesto de quienes sean las autoridades elegidas. Es el entenderse con todo aquel aparato de desarrollo del sector privado que es parte del gobierno local.
Implica evadir, intereses políticos determinados, egoístas, haciendo un compromiso que contenga favorecer a toda la comunidad, especialmente a la sociedad debilitada y que necesitan ser favorecidos con el apoyo para su crecimiento y desarrollo.
En las comunas menores, se entiende que la gran empresa privada, si bien funciona en el lugar, en su producción de ganancias no las deja ahí. Generalmente entregan los aportes legales en centros urbanos mayores y es aquí en donde hay una gran tarea. Revertir este sistema de reparto, de tal modo, que el sector en donde está trabajando la empresa privada, en verdad deje ahí mismo aquello que corresponde legalmente entregar.
Educación. Este es un tema que se debe asumir con alta prioridad. La nueva tecnología está destruyendo y eliminando gran cantidad de trabajos sencillos, mano de obra y profesionales. Todo aquello que es repetitivo ahora lo hace la robótica y en febrero 2023 esto fue más fuerte con el ingreso en Chile del sistema tecnológico del Chat GPT y en donde se reemplaza rápidamente cualquier trabajo profesional en las finanzas, el comercio, la prensa, la salud y la educación.
Pues bien, en este campo y especialmente la educación municipalizada está hoy manteniendo una calidad y un tradicionalismo que y sencillamente, la está hundiendo. Implica decir que se está construyendo un chileno que al salir de la enseñanza media no tendrá trabajo. Es verlo salir del colegio con su certificado de estudios y encontrarse que en donde vive y convive o más allá, este no existe. Y lo que hay está ocupado por la robótica, la inteligencia artificial.
¿Entonces, nosotros y quienes están en el poder y los próximos elegidos en el presente año (2024), seguiremos siendo solo observadores? ¿Estaremos preocupados u ocupados?
¿Seguiremos observando, los magros resultados de las evaluaciones PAE y viendo que nuestro sistema de educación siga muy abajo en la escala internacional?
Se necesita, romper tradiciones en este campo de la educación. Se debe instalar en los colegios toda la tecnología que permita rescatar. Lo reitero, rescatar a los niños y niñas. Y esto implica, ponerse colorado una sola vez y sabiendo que habrán heridos lo que debe sobresalir es la instancia de cambiar para bien la nueva educación. Aquella que permita a nuestros nietos y nietas salir de la educación media y al enfrentar la calle se encuentre con trabajo moderno. Es necesario retirar docentes que ya no están en condiciones de ejercer su labor educativa, para dar paso al nuevo profesional de la educación que trae en sus manos la inteligencia artificial, la robótica y por supuestos orientaciones para el educando en su vida adulta.
En las Universidades, mejorar la calidad docente, evitar tener a una persona que se cree que hace un trabajo y sólo justifica su sueldo. Se necesitan docentes, decanos o como quiera que se llamen, capaces. Hablamos de personas que tienen un conocimiento construido por una información elevada y meticulosamente extraída. De tal manera que cuando llega a entregar su cátedra lo hace con propiedad.
Gran tarea es todo lo dicho en este tema de “Proyecto País”. Cada elector, cada ciudadano debe medir y meditar en quien va a depositar su voto. Y ser capaz de evitar hacerlo por el amigo, el compadre, el vecino. Es votar por quien demuestra que tiene conocimiento y dar claridad ética y moral por qué desea ser autoridad.
En ese mismo camino cada entidad que defiende un determinado color político debe tener un espacio de propia meditación para ubicar a su representante a candidato para concejal, alcalde, consejero regional, gobernador regional, diputado, senador.
Si de verdad queremos un buen proyecto de país, después de los fracasos en la construcción de una nueva constitución, estimo que, con respeto, he modestamente delineado los caminos de bien para mi comuna, mi provincia, mi región, mi Chile.
Un abrazo.