«Carta magna en La Educación de Ayer y para Mañana» por Alberto Cifuentes

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Ambito: EDUCACION

Declaración Universal de los derechos Humanos, 1948 Artículo 26 (1)

Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. (2) La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz. (3) Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.”

Todo lo anterior tiene la necesidad de ser fortalecida con ocupación (no preocupación) en nuevos contenidos, teniendo presente que los actuales, que se están aplicando, entran en su término para dar paso a los que son de utilización en conjunto con la IA

La docencia y quienes la ejercen tienen que comprender que el paso al cambio es de carácter urgente y lo digo porque si recién, teníamos la información en un CD, hoy es posible tenerla en un pendrive que puede contener toda la que se quiera tener, en la variedad y la diversidad que envuelve a la sociedad entera, muy en especial a la occidental. Uno de estos, puede contener toda la información de un entidad administrativa superior, sea en educación, salud, municipalidad, entre otros.

Cuando estos principios nos dicen que “la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana” se nos está diciendo libre de todos esos procesos dogmáticos que aún persisten provenientes de oscuras mentes de la Edad Media Alta.

Así también, implica el construir un ser humano que en su personal inteligencia tenga la capacidad de convivir con su nuevo compañero/a hoy llama Siri, Meta AI, u otros, sin ser avasallado por estas aplicaciones, ya permanente a nuestro lado y si, en conjunto, avanzar hacia un mundo mejor.

En este avance, del desarrollo de la personalidad, fortalecer la emotividad, fundamental instancia de acercamiento entre los humanos y que será parte crucial en la diferenciación con todo aquello que la IA a cada instante nos está ofreciendo. Como ejemplo de esta emotividad, la educación debe acercarnos al arte, a la extraordinaria expresión de las pinturas que nos transmiten emociones fuertes; a la música, esa que nos contrae el corazón al escucharla. Pongo, por ejemplo, el aria “Lasciach´io pianga” (Déjame llorar, de Handel) y cuyo contenido nos lleva a ver la crudeza del hombre dogmático que, en afanes egoístas y prohibiciones (del canto femenino en las iglesias), destruye la vida varonil de miles de niños entre 12 y 15 años para producir tonos musicales elevados entre el siglo XVII y XVIII, Llamado “Período de los Castratis”.

El ser humano debe ser emocional para producir riqueza social y utilizar el razonamiento, la lógica como herramienta de desarrollo y no al revés, sabiendo ya que la historia nos ha mostrado tantos y tantos destrozos de la humanidad por apetitos nacionalistas, políticos cerrados, egoísmos.

En general y asumiendo todo el contenido de la declaración de las Naciones Unidas en cuanto educación, es trabajar en cada colegio, en cada liceo o colegio de enseñanza media, en las universidades con el principal objetivo que es construcción de un ser humano emotivo, pleno de libertad en el pensar, sin autoritarismos; pleno de capacidad de ser humanamente social, fraternal y por supuesto solidario para apoyar a quienes está debilitados por condiciones adversas en sus lugares de donde viven y conviven.

La IA, curiosamente, nos está proporcionando sus herramientas para estos intereses humanos. No es tiempo de aislar a la IA, es tiempo de convivir con ella con éticas paralelas, tanto para el ser humano como para la propia IA.

Finalmente, en este resumido comentario de actualidad, debemos recordar todos que la principal riqueza de la humanidad hoy es “la atención”, es decir la capacidad de atender a aquello que, nos proporciona desarrollo, es manejar esta herramienta para todos los propósitos que van hacia el desarrollo del humano que ya empieza a vivir con su nuevo acompañante, la IA, la inteligencia artificial.

Por Alberto Cifuentes Avello

Profesor

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