Hace muchos años que soy un fanático seguidor de las inauguraciones del los Juegos Olímpicos, de los Mundiales de Fútbol y hace poco de la elecciones presidencial en Chile.
Estos tres eventos tienen una característica y está referida a que se realizan cada cuatro años y en cada versión ocurren novedades que permiten hacerlos más interesantes por la forma y los procesos con que se llevan a cabo. Por cierto, indican el avance de la tecnología comunicacional, los efectos especiales, las modas, etc.-
En mi caso tengo grabados en cinta los juegos olímpicos y después en disco CD y ahora en pendrive. Con ello demuestro como en cuatro años van cambiando muchas cosas y en donde la tecnología se hace presente cada vez con mayor calidad y precisión. Ya espero como vendrán los próximos juegos. En el ultimo evento futbolístico el árbitro llevaba en su vestimenta una mini cámara que iba apoyando su mirada para mejorar los cobros.
Bueno, valga eso para hablar de esta nueva elección de presidente en nuestro querido país y que, como corresponde trae novedades, como lo hemos ya apreciado ya en las distintas entrevistas y encuentros de los candidatos.
Voy al punto… Ocurre que, junto con estas novedades, nuestros candidatos traen consigo una tarea enorme y esencial. Dar y mantener el trabajo de millones de chilenos y chilenas que están aporta de ser reemplazado por la IA que es capaz de analizar, resolver y realizar con mayor precisión lo que este trabajador o profesional hace.
Del lado que sean, su realidad es mantener a la masa “electora o no” contenta, con trabajo y con plata en el bolsillo evitando que le hagan protestas, por su ineficiencia.
Observo que ya en el horizonte asoma la remuneración universal que a nivel global se le cancelará a millones y millones de profesionales y trabajadores sin pega.
Sin embargo, falta algo y esto va para quienes se podrán sentar en cómodos asientos en las salas del poder legislativo. Que los sectores en donde han sido elegido para tener esa comodidad, tengan el derecho de retirarlo de ese poder por no asistir a votar en decisiones de bien social o similares, ineficientes, falto de iniciativa y por su falta de memoria al olvidar lo que prometió a la “Sra. Juanita”.
Porque esto si se hace con los honrados empleados públicos y dado que ellos, por decisión del elector, también son funcionarios públicos, muy bien pagados por el Estado, es decir, por el erario de todos los chilenos, les corresponde también esa sanción.
Recordemos, que los electores, son quienes tienen el poder sobre ellos, son “los dueños de la empresa y que se les elige para que hagan funcionar bien a la empresa estatal.
Recordemos que, en el nacimiento de la sociedad humana, a nivel de grupos menores, entre ellos se elegía a quien podía dirigirlos y si era débil, se buscaba a otro. Esto, actualmente, sigue en vigencia y, por ende, no les corresponde hacerles pleitesía ni besa manos. Son funcionarios públicos.
Bueno, volviendo a las novedades y modernidades que serán parte de las cuentas realizadas por los diversos canales de televisión, estaremos atento a esas novedades tecnológicas. Ya no escuchando por radios, sino por exquisitas muestras de cuadros en las que van siendo indicados los nuevos empleados públicos que trabajarán en el poder legislativo de Chile.
Sería novedoso en esta transmisión televisiva, que no estén esas periodistas chillonas, que alteran los nervios de los que intentan entender lo que se explica en pantalla.
Por Alberto Cifuentes Avello
Profesor