Por Alberto Cifuentes Avello
Profesor
Nuestro querido país, tendrá este año un gran movimiento político partidista, teniendo como tarea ubicar a quienes, ellos, estiman responderán a sus intereses especialmente de conveniencia.
En tanto, para quienes seremos los encargados de elegir a uno de todos los propuestos, debemos hacerlo con un propósito que en ningún caso afiance o apoye una determinada tienda.
Nuestro interés ciudadano debe estar determinado por causas que son de bien común a la sociedad en general, en ningún caso impuestos o inducidos. Estos intereses nuestros se enmarcan en contingencias que, de una u otra forma nos están haciendo responsables de medir y asumir las consecuencias que están implicando.
Resumido, estoy escribiendo sobre lo que ahora se llama “Desarrollo Sostenible” y que (de acuerdo a la ONU), se ha definido como “el desarrollo capaz de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades”.
Estamos conversando sobre esfuerzos concentrados para construir un futuro inclusivo, sostenible y resiliente para las personas y el planeta.
En esto es fundamental armonizar tres elementos básicos: el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente. Estos elementos están interrelacionados y son todos esenciales para el bienestar de las personas y las sociedades. (ONU)
Dado lo anterior, no podemos hacer caso a un candidato que nos a venir a prometer “que cuando logre su elección, no habrá barro por las calles” (ya sabemos que sería elegido en diciembre, días de verano). Debemos escuchar, en su propuesta lo relacionado a los párrafos más arriba indicados. Estamos hablando de una propuesta basada en información real, con conocimientos. Y en ese tono, debemos elegir a quien tiene “dedos para el piano”, evitando, los “aparecidos”, con escasa cultura y también escaso uso de un lenguaje educado, un chilensis.
La democracia y en su favor, cada cierto tiempo da la ocasión para renovar dirigentes, en donde sea, donde exista una organización humana. Así también nos da la oportunidad de elegir a quienes deben, primero y justamente, respetar la democracia en sus aspectos jurídicos, constitucionales y administrativos.
Por ende, si es elegido un “patán” el no es culpable sino quienes lo eligieron y también quienes lo propusieron, porque en esta candidatura no va sólo.
Ya se ha dicho en mis temas anteriores (2023), leer y conocer primero y luego votar, sin ser impuestos o inducidos por intereses ajenos a los verdaderos propósitos de bien común, ya en seguridad, en educación o en ambiente.