Por Alberto Cifuentes Avello
Profesor
Ochenta y seis millones de euros (mas o menos) cuesta la planilla de la Selección de Chile y Lautaro Martínez (seleccionado argentino cuesta todo ese valor). Datos de acuerdo a Publimetro del 15 de junio de 2023 (En tiempos de mercado: ¿Cuánto vale la selección chilena? – Publimetro Chile)
Pues bien, con ese dato y otros que es fácil consultar a quien le interesa saber más, le encontramos razón a que nuestro representativo esté a la cola en el actual evento mundial eliminatorio para la próxima Copa del Mundo.
¿Y es aquí en donde comento, no será posible y mejor que cambiemos la participación de nuestra selección con otra modalidad?
Partamos haciendo ver que el fútbol profesional es pleno de competencia, no de participación. Desde sus orígenes se estableció que era competitivo y en estos tiempos apoyado por una enorme industria que se resume en millones de monedas, sean dólares, euros, pesos, entre otros.
Siendo esa la base, competitivo, propongo se realicen cuatro preselecciones interzonales y que cada cual, construya su selección, incluyendo toda la logística de equipo técnico, dirigencia, etc.
Requisito básico: Obtener los seleccionados de los equipos profesionales de primera y segunda división (Dejemos de decir “Primera A”, Primera “B”).
Fin al centralismo, al elegir al ojo, a dedo, a la influencia de los padrinos centrales.
A, de verdad, tener una selección chilena que por mérito competitivo nos represente a nivel internacional.
Quizás, seguiremos a la cola, pero con la satisfacción de que se puso una selección basada en haber logrado estar en el evento, porque, “chilenos de corazón”, financieramente no estamos con capacidad de competir con las planillas de los otros equipos, es abismante la diferencia. Un dato, la planilla de Colo Colo tenía un valor de 40 millones de dólares y River Plate es de sobre 100 millones de dólares. Y se le hizo cototo, pero no se le ganó.
Debemos dimensionar como se movería el futbol zonal, en sus bases originales, desde el club de barrio, de la competencia amateur, del propio jugador, que ahora si tendría que jugar fútbol y no a la pelota.
Vamos viendo los equipos zonales:
Zona Norte: Arica (“Siempre Arica”), Iquique (“Tierra de Campeones”), Antofagasta, Cobreloa, Cobresal, Copiapó.
Zona Centro Norte: Coquimbo, La Serena, La Calera, Unión San Felipe, San Luis de Quillota, Wanderes, Everton
Zona Metropolitana: Colo Colo, Magallanes, U Católica, U Española, Palestino, Recoleta, Barnechea, Audax Italiano, U de Chile.
Zona Sur: O’Higgins de Rancagua, Ranger de Talca, Curicó Unido, Ñublense de Chillan, Santa Cruz, Huachipato, U de Concepción, Temuco, Pto. Montt
La competencia entre pre selecciones, podría, además, que el equipo que vaya venciendo, se refuerce con aquel jugador que amerita un aporte técnico mejor. El ganador de la llave A – B se refuerza con uno o tres máximos del equipo eliminado y así también de la llave C – D. Qué final tendríamos y el que gane con la opción, nuevamente, de reforzarse. Todos a dos partidos (ida y vuelta).
Concluyendo, estamos hablando de una revolución nacional del y como dicen por ahí, “del deporte de los perdedores”, con la ventaja ahora de que la selección que nos represente ya no sería de los “grandes, los tatuados, los figurones, los compadrazgos, entre otros”. Sería la de los formados en tierras duras o barrosas, en los equipos de barrio o competencias rurales.
O, por lo menos, la industria de la grúa financiera del fútbol, se iría a nivel zonal.
Te invito, estimado lector, a comentar en tus círculos esta modesta propuesta y, también, a mejorarla. No te quedes en “podría ser”, “difícil”. Como se dice por ahí…. “Vamos que se puede.
Por Alberto Cifuentes Avello