Columna por la escritora traiguenina Pamela Jara Rocha
¿Cómo encontrar amigos verdaderos?
¿Te parece que es difícil en estos tiempos encontrar amigos verdaderos? Puede que tu respuesta sea: “Si es muy difícil” y quizás tengas argumentos sólidos para sostener tu opinión.
Siendo honesta, es complicado hallar amigos verdaderos, sin embargo los hay aunque parezca casi imposible encontrarlos. Todos necesitamos un verdadero amigo con quien compartir gratas vivencias, apoyarnos en momentos difíciles y que nos ayude a ser mejores personas.
Pero ¿qué cualidades son deseables en una amiga o amigo verdadero? Aquí algunas pautas que pueden orientarte.
- Busca calidad, no cantidad. Es bonito conocer mucha gente, pero incluso en un grupo grande, uno tiende a buscar a aquellos con quienes más se identifica.
- Sé un buen amigo. Si esperas que tus amigos sean leales y confiables, tú tienes que serlo también.
- Sé agradecido. Demuestra a tus amigos que los valoras haciéndoles un regalo o sólo diciéndoles lo mucho que les quieres y la importancia que tiene su amistad para ti.
- Un amigo verdadero se sacrifica por ti. En toda amistad habrá ocasiones en las que una de las dos personas esté más fuerte que la otra. Un verdadero amigo sabrá reconocer si tú te encuentras más débil y estará listo para ayudarte. Por supuesto, ese amigo o amiga va a esperar que tú hagas lo mismo cuando sea ella la que lo necesite.
- Un amigo verdadero te ayuda a ser mejor persona. Algunos esperan que se les demuestre lealtad o que concuerden con ellos en todo aunque eso signifique pasar por alto principios o valores. Esos no son verdaderos amigos.
Un amigo verdadero te impulsa a ser mejor persona y a ser más sociable. Además, siempre dice la verdad, aunque no sea lo que quieras escuchar.
¿Te ayudan tus amigos a desarrollar todo tu potencial, y ser mejor? Un sabio Proverbios dice: “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos, le irá mal”.
La base de una buena amistad está en los valores en común. En otras palabras, los buenos amigos comparten convicciones. Tener los mismos intereses es lo que menos cuenta.
Aplicar estas sugerencias, pueden ser el pasaporte a la amistad verdadera, una que no mide errores, defectos, y que todo perdona. Una amistad sincera basada en la verdad, es mucho más valiosa que todos los tesoros del mundo.