Hablar de las emociones es entrar en un tema profundo y muy amplio. Expertos llevan años estudiándolas y siguen haciéndolo. En Chile tenemos a una pionera en la materia, me refiero a la psicóloga y psicofisióloga de la Universidad de Chile, creadora del método Alba Emoting Dra. Susana Bloch. Leí uno de sus libros recientemente y quedé fascinada.
Las emociones o sentimientos son parte de nuestra vida y permiten resolver situaciones, estar alerta o realizar algo nuevo. Son variaciones de nuestro estado de ánimo provocadas habitualmente por pensamientos, recuerdos, anhelos, pasiones, que nos impulsan a actuar para satisfacer nuestras necesidades. Todas ellas cumplen funciones importantes para cada ser humano.
Es necesario comprender que en la vida las personas se ponen ansiosa, se deprimen, lloran, les da rabia, tienen temor, dolor, se llaman emociones y son naturales y normales, lo que pasa en la sociedad actual es que las personas creen que uno debe estar siempre parejo sin expresar emociones y por ultimo sólo un poquito alegre, sino te llaman Bipolar.
Las emociones están presentes en todo momento y afectan nuestra vida diaria e influyen en las decisiones que tomamos. Sentimos sus efectos en el cuerpo y las manifestamos en nuestra expresión facial, postura corporal, gestos, ademanes. Si no conocemos estas emociones, tampoco sabremos controlarlas y si dejamos llevarnos por ellas de mala forma, pueden complicarnos la existencia. Todas son positivas pero en su justo equilibrio.
Lo importante es saber cuales son las emociones que más sobresalen en nosotros cuando ocurren ciertas situaciones y aprender a manejarlas. Al conocerlas podemos superar problemas como el stress, ansiedad y otros trastornos. El manejar las emociones, permite además que tengamos mejor salud y que experimentemos mejores relaciones con las demás personas.
Todos los días nos suceden hechos que hacen que nuestras emociones afloren, como ocurre por ejemplo con: Los problemas laborales, el tener algún tipo de enfermedad, relaciones de pareja, de amigos, entre padres e hijos, alguna buena noticia en el ámbito personal o familiar, etc.
Por eso un buen consejo es examinarse bien y a conciencia para ir conociendo a la persona que somos interiormente para comprender las emociones que nos embargan y como éstas mismas influyen en nuestra vida para bien o para mal.
Cuando hacemos ese análisis, vamos en la senda correcta y descubriendo el grandísimo y maravilloso poder de las emociones.