Por Pamela Jara Rocha Escritora Traiguenina.
Cuando quieres establecer un nuevo pensamiento positivo y beneficioso en tu mente, las viejas ideas intentarán volver. Si por años solo pensabas cosas negativas y hoy quieres pensar positivamente, lo negativo intentará volver. Pero si actúas con firmeza, pronto la nueva forma de pensar quedará plenamente establecida.
En este proceso es importante reconocer que nos equivocamos, lo que es fundamental para comenzar el camino al crecimiento. Como humanos imperfectos cometemos muchos errores pues somos herederos del pecado y eso pesa en el tiempo.
Además, el orgullo, la terquedad, los sentimientos de inferioridad y otros, se entrelazan nublando la visión a lo verdaderamente esencial que es ……. practicar la humildad. Ésta es una palabra tan simple, pero tremendamente valiosa. Es allí donde comienza el trabajo.
Cuando somos capaces de reconocer nuestras fallas, limitaciones y que somos humanos, se abren las puertas a la comprensión, porque ampliamos la visión de los errores de una forma no tan crítica y enérgica pudiendo a la vez entender mejor al prójimo.
También es bueno ver a las personas con equilibrio para no enfermarnos de decepción, esto lo digo porque me pasó hace años con alguien que quería muchísimo. Esa persona cometió muchos errores que me causaron un inmenso dolor. Tuve que vivir ese proceso para entender que nadie es inmutable. No hay ley humana que diga que sólo debemos pensar o actuar de cierta manera. Tampoco el ser humano es siempre el mismo, pues estamos sujetos a innumerables modificaciones por diversos hechos o situaciones vividas tanto en el pasado como en el presente.
Reconozco que gran parte del problema partió de mi misma, porque armé una imagen mental de esa persona en la que no veía fallas. Grave error; por eso el golpe fue tan fuerte, inesperado y doloroso. ¿Qué me ayudó a superar ese difícil momento? Concentrarme en los asuntos espirituales y modificar mi modo de pensar. Me dispuse a cambiar, aprender y crecer con el dolor para ver los hechos con otros matices, enfrentando todos mis temores.
Hoy soy una persona que valora las cosas simples de la vida y me preocupo más de mi persona, pero no fue fácil.
Estoy convencida de que todo es posible en la vida, sólo es necesario ponerse la meta y trabajar para obtenerla. Puedes cambiar todos aquellos pensamientos y creencias que no te benefician, que no sirven para nada, pues por el contrario se transforman en un estorbo.
Lucha por lo que quieres, trabajando tu mente hasta que se establezca el nuevo pensamiento. Te sentirás muy bien al darte cuenta que puedes llegar a ser el “amo de tu mente”.